viernes, 11 de marzo de 2016

Francisco Morazán



Nació en la villa de San Miguel Tegucigalpa el 3 de octubre de 1792 en el contexto de una américa central que por casi 300 años había sido sometida y dominada por la voluntad de los españoles por medio de distintos factores políticos y sociales. En ese tiempo no existían las condiciones para que Morazán pudiera recibir una educación formal y de buena calidad, debido a que la instrucción y la formación académica eran escasas principalmente en la Tegucigalpa del siglo XIX. Pero hay algo en Morazán muy digno de admirar e imitar, él siempre mantuvo la pasión por la lectura y el deseo de aprender el funcionamiento de las estructuras políticas y sociales de la época, lo cual lo convierte en un excelente autodidacta, y es esto mismo que lo llevo desde muy joven a ser partícipe de las diversas manifestaciones que abogaban por la independencia de las entonces PROVINCIAS DE CENTROAMÉRICA y a defender su soberanía.
Francisco Morazán fue el último gran intento de la construcción de una Centroamérica liberal, quiso llevar los ideales liberales a su máxima expresión y soñó con una república general común como un solo país, siendo el pionero de la democracia en Centroamérica.  Hablar de la revolución Morazánica es expresar que fue él quien introduce las ideas de la unión republicana y democrática y el respeto a los derechos del individuo convirtiéndose así en el hombre más grande de la historia de Centroamérica, siendo aún un joven de 29 años cuando se escribió el acta de independencia, él ya tenía una visión clara de la república que soñaba.
Francisco Morazán, en mi opinión; es un símbolo de inspiración, es  un ejemplo a seguir para cualquier centroamericano que sienta amor por su patria y sienta el deseo de ver cómo se cumplen los de ´´ Libertad, igualdad y fraternidad¨ en todos los compatriotas. Es por esa razón que se debería apartar en los espacios pedagógicos el tiempo necesario para que todos y cada uno de los estudiantes pueda conocer más sobre nuestro prócer a seguir, que no vean su imagen solo como un soldado que peleo con armas en sangrientas batallas, sino como lo que realmente fue; un experto estadista, un hombre civilista, defensor de la ley y pacifista, que si participo en batallas  pero que lo hizo como un último recurso a utilizar. Nuestro héroe y prócer aún mucho tiempo después  de su muerte nos continua inspirando a luchar por nuestra soberanía y la unidad que debe haber entre los países hermanos que una vez formaron la república federal de Centroamérica, porque si en su corazón no hubieran existido esos ardientes deseos de libertad para su pueblo y las próximas generaciones, no se hubieran sentado las bases de lo que tanto añoramos hoy en día; una patria fuerte, rica y respetada.
Además el pueblo necesita saber y estar consciente de que gracias a los ideales y deseos de Morazán es que hoy en día se tiene la oportunidad de estudiar y que por eso la educación está al alcance de toda persona. Es de saber que en los tiempos de Morazán solo el 2% de la población tenía acceso a la educación y era siempre la clase conservadora quienes gozaban de ese derecho.
Es nuestro deber como docentes formar jóvenes con los mismos deseos e ideales que vivió y murió Morazán, para que las futuras generaciones puedan cosechar  los frutos de la justicia y la igualdad de derechos entre los hondureños, porque solamente con la educación y a través de ella podemos ser verdaderamente libres de expresar nuestros sentimientos y deseos por nuestra amada patria.
La historia nos relata que Morazán pronto electo de las entonces llamadas PROVINCIAS UNIDAS DE CENTROAMÉRICA y que pronto por acuerdo general pasa a llamarse REPÚBLICA FEDERAL DE CENTROAMÉRICA  bajo la consigna de ´´ Dios Unión Libertad´´. Deseoso de crear cambios significativos en la región, Morazán se distinguió por promover reformas siempre enmarcadas en la legislación y en los ideales ilustrados. Esto puede evidenciarse en sus informes al congreso federal, donde se observa que era un hombre que se mantenía informado de los sucesos que acontecían a lo largo del continente. Es de mencionar que el contexto político y social en el que se desenvolvió Morazán, estaba marcado por varios factores que posteriormente serían los que lo confrontarían para que su proyecto de unidad no se llevara a cabo. Uno de ellos era el peso de la tradición colonial, caracterizado principalmente en el poder de la iglesia católica, dicha institución ejercía su control en las sociedades y en las altas tasas de analfabetismo que existían en ese tiempo.
Es en el momento en que Morazán comenzó a formular leyes que nos protegían de los intereses extranjeros y comienza a crear las primeras escuelas, convirtiendo así la educación en una educación laica y la libertad de culto, cuando sus opositores comienzan a sentirse agredidos porque a ellos no les convenía que los peones pudieran pensar como personas preparadas y de mente abierta. Veían una gran desventaja y afectaba mucho sus intereses, es en ese momento en que comienzan a planear estrategias para quitar de su camino al general y reúnen ejército para presentarle batalla, de las cuales en muchas ocasiones salió victorioso.
Tan nobles eran sus motivaciones que llego a ceder su cargo como presidente cuando era amenazado por sus enemigos, no por cobardía sino para darles la oportunidad que demostrasen con hechos que su causa era mejor que la de él, y así darle paz y desarrollo a la república. Siempre que luchaba y le tocaba combatir exaltaba a sus soldados juntos en los campos de batalla. Pero al final los rencores y las divisiones en las provincias pueden más que la pasión de Morazán por una Centroamérica unida. Es sentenciado a muerte sin juicio alguno y muere fusilado en Costa Rica, dejándonos el testamento en donde nos expone por qué  ha luchado toda su vida, y así incita a la juventud a imitar su ejemplo.
En la actualidad se necesita la unidad en los debates políticos que se generan debido a las diferentes posiciones y opiniones como en los intereses de cada uno de los hondureños. La función docente es muy elemental en la creación de este ideal, pues como lo creía Morazán, es la llave hacia el éxito y el desarrollo. Como lo había expresado anteriormente debemos mantener esa pasión por la que Morazán vivió, lucho y murió y así poder transmitir de generación en generación esos ideales y juntos podemos cumplir ese proyecto que nuestro héroe nos heredó y que ahora somos nosotros los encargados de ser partícipes y generadores de los cambios positivos que nos ofrece una patria unida, en donde la educación sea la fuerza motora que nos mueva y el amor por nuestra nación el motor que nos inspire a imitar el ejemplo de Morazán.
Es nuestro deber como docente inducir a los estudiantes para que puedan adueñarse de ese testamento de ideales y sueño por los que murió Morazán y formen parte del cambio positivo que debe ser constante en nuestra patria y generen más ideas que nos permitan salir adelante y levantarnos de nuevo  como una vez lo hizo la REPÚBLICA FEDERAL DE CENTROAMÉRICA.


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